miércoles, 11 de marzo de 2009

Vigorexia

Está bien cuidar el cuerpo haciendo ejercicio, pero no exageres porque podes desarrollar una adicción llamada vigorexia.
Las personas con esta adicción poseen un trastorno en el cual realizan prácticas deportivas en forma continua, con un fanatismo prácticamente religioso, a punto tal de poner a prueba constantemente su cuerpo sin importar las consecuencias.
Si bien el ejercicio físico es uno de los grandes pilares de la salud integral ya que no solamente favorece la salud física en general y ayuda a prevenir muchas enfermedades, también ayuda a manejar el estrés, la ansiedad y otros problemas mentales, pero como en todo, si se hace en exceso y se convierte en una obsesión, en lugar de ayudar, perjudica mucho la salud.
Podemos encontrar aquellos adictos que sólo buscan la figura perfecta influenciada por los modelos actuales que propone la sociedad, manipulados por los medios de comunicación, que muestran un prototipo que difiere mucho del real ; y aquellos que sólo quieren llegar a ser los mejores en su disciplina exigiendo al máximo su organismo hasta alcanzar su meta.
Los adictos al ejercicio practican deportes sin importar las condiciones climáticas, sientan alguna molestia o indisposición, a punto de enfadarse y sentirse culpables cuando no pueden realizarlo o alguien critica dicha actividad.
La mayoría no puede dejar de concurrir un día al gimnasio, en el que pasan además muchas horas por día, llegando a convertirlo en su segundo hogar.
Estas personas poseen una personalidad muy característica, similar a los que padecen otras adicciones: tienen baja autoestima y muchas dificultades para integrarse en sus actividades sociales habituales, son introvertidos y rechazan o les cuesta aceptar su imagen corporal. Su obsesión con el cuerpo comparte muchos rasgos con la anorexia.
Si consideras que ir al gimnasio es más importante que tu trabajo, o suspendes las citas con tus amigos para hacer deporte, es probable que seas un adicto al ejercicio. No es lo mismo practicar una actividad física para estar sano que 'hipotecar' tu salud a causa del deporte. Además, esa dependencia al ejercicio podría enmascarar algún trastorno de la alimentación.
Es bien conocido que hacer ejercicio es bueno a nivel físico, psicológico y fisiológico. Sin embargo, en exceso puede dar lugar a comportamientos compulsivos que pueden ser patológicos.
Si crees que estás en riesgo, no dudes. Como adolescentes, están en constante vulnerabilidad y riesgo de padecer estas complicaciones. Recuerda que hablar con tus padres puede ser una gran dificultad, pero de las complicaciones más grandes, nacen las satisfacciones más bellas.





Barrionuevo Rosalí
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Periodismo

4 comentarios:

  1. Tiene mucha razón esta entrada. Normalmente toda adicción lleva oculto un problema psicológico.

    Ya no sólo se podría mencionar la obsesión por el ejercicio, sino adicción a las sustancias que se toman para estar así, lo cual es doblemente grave.

    Conozco algún caso, y como bien dices, causado por autoestima baja.

    Muy importante reconocer que es un problema, y sobre todo pedir ayuda si la necesitas. No hay nada de qué avergonzarse, todos somos humanos.

    Un saludo!

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  2. Coincido con el comentario anterior. Vamos DESocultando nuevos trastornos que se han generado paralelamente con las definición contemporánea de belleza, y es necesario que los mismos sean reconocidos para poder ser tratados.

    No hay que tener miedo y reconocer nuestros padecimientos, errores, obsesiones, trastornos, miedos, etc. Para eso existen los profesionales y las instituciones públicas y privadas.

    Es cuestión de estar atentos y saber accionar en el momento adecuado limitando nuestros parametros de orgullo y potenciando la sinceridad y la solidaridad colectiva.

    Eric

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  3. El blog está muy bueno, no dejen de actualizarlo, se presta para muchas reflexiones interesantes. ¡Felicitaciones!
    Moni

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  4. Hola Rosalí, ya veo que el blog es un punto de referencia para muchas personas; jóvenes, padres, docentes etc. Debes de estar orgullosa con la obra.
    Un saludiño,
    Rosa María

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