Los
alucinógenos son drogas que causan alteraciones profundas en la percepción de la realidad y varían la noción de la propia identidad en quien las consume. Bajo su influencia, las personas ven imágenes, oyen sonidos y tienen sensaciones muy distintas a las propias de la
vigilia. Algunos alucinógenos también producen oscilaciones emocionales rápidas e intensas.
Los alucinógenos producen sus efectos interrumpiendo la interacción de las células nerviosas y el neurotransmisor serotonina. El sistema de serotonina está involucrado en el control de los sistemas de conducta, percepción y regulación, incluyendo el estado de ánimo, el hambre, la temperatura corporal, el comportamiento sexual, el control muscular y la percepción sensorial.
Los alucinógenos más conocidos son la psiloscibina, encontrada en el hongo mexicano psilocybe mexicana. La dietilamida de ácido lisérgico (L.S.D), que es una droga de síntesis originalmente elaborada con fines anestésicos terapéuticos, pero descontinuada en la práctica médica por las funestas reacciones secundarias en los consumidores.La mescalina, sustancia activa que se extrae de la planta lophophora williamssi, mejor conocida como peyote. Y el PCP que es una droga disociativa, en principio creada como antésico, que actúa sobre la percepción del dolor, las respuestas al ambiente, y la memoria
La mayoría de los alucinógenos naturales tienen su origen en América en la época precolombina, donde eran utilizados por sacerdotes indígenas en ceremonias religiosas. El LSD y el PCP surgen en los años 60, en la época psicodélica en culturas occidentales. El uso actual de las plantas naturales en algunas comunidades autóctonas es ritual, mientras que su uso y abuso urbano es recreativo y hedonista en la gran mayoría de las ocasiones.
Quienes consumen LSD pueden sentir:
Cambios de la personalidad o del estado de ánimo
Cambios del estado de ánimo
Alucinaciones
Delirios
Temor intenso
Confusión de los sentidos, como «ver sonidos» y «oír colores»
Pupilas dilatadas
Aumento de la temperatura del cuerpo
Sudor
Pérdida del apetito
Insomnio
Boca seca
Temblores
Los riesgos importantes y severos para la salud son:
Aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial
Problemas mentales duraderos, como la esquizofrenia o la depresión
Quienes consumen PCP pueden sentir:
Aumento de la presión arterial y de la frecuencia del pulso
Respiración superficial
Rubor, sudor
Entumecimiento en las manos y pies
Problemas de coordinación
Visión borrosa
Náusea, vómito, baboseo
Delirios y alucinaciones
Desorientación
Pérdida de la capacidad de sentir dolor
Temor y pánico
Paranoia
Comportamiento violento y agresivo
Los riesgos importantes y severos para la salud son:
Pérdida de la memoria
Problemas para pensar y del habla
Problemas con las capacidades motoras
Depresión
Pérdida de peso
Desórdenes del estado de ánimo
Convulsiones
Coma
Muerte
Fuente:
Martinez, Amneris Antonella
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Periodismo